Hay veces que la vida exige un cambio. Una transición. Como las estaciones. Nuestra primavera fue maravillosa, pero el verano se ha terminado y nos perdimos el otoño. Y ahora, de repente, hace frío, tanto frío que todo se está congelando. Nuestro amor se ha dormido y la nieve lo tomó por sorpresa. Y si te duermes en la nieve no sientes venir a la muerte.
Cuídate
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